Mérida, Yucatán, 19 de febrero de 2021.
Diana Bañuelos
En las últimas semanas hemos visto inundar nuestras redes sociales con una frase dirigida al presidente Andrés Manuel López Obrador: #Rompaelpacto, haciendo alusión a su silencio, complicidad y declaraciones desafortunadas en relación a la candidatura a gobernador de Guerrero de Félix Salgado Macedonio, quien representa a Morena, partido político fundado por nuestro primer mandatario hace una década.
Si bien es cierto que el presidente ya no es el dirigente nacional de Morena y no tendría por qué inmiscuirse en asuntos electorales, la realidad es que tiene un historial de omisiones y declaraciones penosas en las que desestima no solo las luchas de las mujeres, sino también la problemática severa de violencia de género que hay en el país.
El ahora candidato registrado a gobernador de Guerrero, Félix Salgado Macedonio, tiene por lo menos cinco acusaciones por violencia sexual de 2017 hasta la fecha. Las investigaciones continúan abiertas y no hay sentencia aún, por lo que Morena asegura que Salgado Macedonio tiene sus derechos electorales intactos y puede aspirar a ser gobernador de su estado.
Pero lo que Morena no ha reconocido, es que, de resultar ganador, estas investigaciones se desecharían, y Salgado Macedonio obtendría inmunidad constitucional, impidiendo de esta forma que la justicia llegue para las víctimas. Incluso, poniéndolas en riesgo con su agresor en el poder.
Las declaraciones de López Obrador —quien alguna vez se llamó a sí mismo “el presidente más feminista de la historia”— son un mensaje poderoso en un país de elevadas tasas de impunidad para los violadores y feminicidas: Puedes violentar mujeres a tu antojo y luego obtener fuero constitucional si te rodeas de la gente correcta.
Esta es la razón por la que agrupaciones feministas por todo el país estamos reclamando no solo al presidente, sino a todos los involucrados que rompan el pacto. Pero, ¿Qué es el pacto patriarcal?
Le llamamos pacto patriarcal a esa alianza que se da entre hombres, desconocidos incluso, solo por el simple hecho de ser hombres, en la que se justifica todo acto realizado por ellos sin importar si tuvo consecuencias violentas o negativas para otras personas. Es una forma en la que los hombres interactúan entre sí para asegurar su bienestar, desconociendo toda empatía por otros seres humanos, específicamente, por las mujeres.
Por ejemplo, recordando el caso de la manada, en el que cinco hombres fueron acusados de violar en grupo a una joven en Pamplona, los jueces (todos hombres) determinaron que no había sido una violación, porque la victima “no actuaba como víctima” a pesar de que los dictámenes médicos, psicológicos, las grabaciones, los audios, las conversaciones de Whatsapp de los violadores posteriores al ataque, indicaban que era evidente una violación.
¿Pero cómo puede sostenerse este pacto patriarcal? Por el apoyo de otros hombres, que callan, solapan, ignoran, ridiculizan y/o minimizan la violencia contra las mujeres, como en este caso hace López Obrador, y todos aquellos hombres que defienden la candidatura de Salgado Macedonio dentro y fuera de Morena.
Desafortunadamente, opositores al presidente y a su partido, han tomado estos hechos como una oportunidad para atestarle un golpe mediático en la búsqueda de poder político electoral, pero que ni siquiera entienden —ni les importa entender— la frase que salen sosteniendo en un cartel para su fotografía en Twitter. Así, hemos visto un desfile de políticos, periodistas y otras figuras populares masculinas subir fotos con la leyenda #Rompaelpacto, cuando ellos mismos se benefician de él y son incapaces de romper el suyo.
Pedirle al presidente que rompa el pacto es necesario porque desde su posición de poder podría mandar un mensaje contundente de apoyo a las victimas y de advertencia al resto de violadores que vive del erario público: la violencia sexual contra las mujeres y las niñas no puede ser tolerada.
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